Cabernet Franc

Se tiene mucho de qué hablar de este varietal tinto originario de Burdeos, en Francia.

Es la versión más ligera y menos tánica de su hijo más popular, el Cabernet Sauvignon. Leíste bien, ¡¡¡el Cabernet Franc es el padre del varietal tinto más plantado de todo el mundo!!! Al cruzarse la semilla del Cabernet Franc con la de Sauvignon Blanc resultó ni más ni menos el origen del Cabernet Sauvignon.

El Cabernet Franc se adapta muy bien a climas de calor y frío.  Con base en la relación entre clima y terroir, esta uva da como resultado vinos muy versátiles: en climas fríos de baja tonalidad en color, gran acidez y elegancia en boca; en climas cálidos con más carga de color, mayor estructura en boca y sutil acidez. Sus notas aromáticas destacadas son de frutos rojos como grosella, frambuesa y cereza; acompañadas de especias como pimienta verde y tomillo con fondos minerales de piedra caliza. 

En Burdeos, que es su lugar de origen, suele acompañar en menores porcentajes  junto con la Petit Verdot a los protagonistas de la mezcla bordelesa Merlot y Cabernet Sauvignon. Sin embargo en Saint-Émilion es la estrella, como en el caso del ilustre Château Cheval Blanc donde brilla con la Merlot. Cheval Blanc es uno de los Premier Grand Cru Classé (A), la más alta categoría de la clasificación de Saint-Émilion, y por algo el vino favorito del célebre crítico de la película Ratatouille, Anton Ego.

Del total de la superficie del viñedo plantado en la bodega, el 57% es Cabernet Franc, el 40% es Merlot y el 3% restante es Cabernet Sauvignon. En diversas añadas la participación de Cabernet Franc y Merlot varia, pero la diferencia entre uno y otro resulta ser mínima. De ahí que resulta ser toda una estrella que brilla con intensidad otorgando su calidad a este gran vino.

Es el varietal tinto estelar en el Valle de Loire, donde destacan los rosados expresivos y elegantes de las regiones de Chinon y Anjou; los tintos de baja tonalidad en color y elegante personalidad tales como los de Bourgueil, Saint-Nicolas-de-Bourgueil, Chinon y Saumur-Champigny.

En Canadá se elaboran los famosos ice wine, que son vinos dulces hechos con uvas congeladas de este varietal. Resultan ser exóticos y sin duda de aromas y sabores únicos imposibles de olvidar.

En Chile su personalidad es de mayor estructura tanto en color como en gusto, y se mezcla muy bien con Cabernet Sauvignon y Carménère dando vinos robustos y de gran potencial de guarda.

En Argentina se ha adaptado muy bien en las zonas altas del Norte y Mendoza, aportando características importantes en las mezclas de Cabernet Sauvignon y Malbec, y dando una grata sorpresa en su versión monovarietal, con gran carga de color, frutalidad, elegancia y potencial de guarda. Así es como se despunta hacia uno de los varietales de mayor calidad en años venideros. Un ejemplo es el BenMarco Cabernet Franc de la bodega Susana Balbo Wines. Es un vino que te invito a probar y te aseguro que este varietal se convertirá en uno de tus favoritos.

 

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